En el mundo del diseño de interiores, la integración de tecnología con elementos naturales puede transformar espacios de trabajo en ambientes funcionales y estéticamente atractivos. Este es el caso de la remodelación y diseño de la sucursal de IGX Solutions, una compañía de programación tecnológica con sede en Michigan, llevada a cabo por la diseñadora Juliette Perez Calaf y el arquitecto Carlos Salazar Geigel.
Con un enfoque en la colaboración dinámica, el diseño de esta oficina combina áreas de trabajo abiertas con paneles de vidrio, que permiten un distanciamiento social efectivo sin sacrificar la interacción visual entre los empleados. Además, los colores utilizados en el esquema de diseño están inspirados en el océano, con tonos de verde, azul y turquesa, que buscan promover un ambiente de trabajo positivo y motivador.
El proyecto también incorpora una gran pared laminada en negro que no solo añade dramatismo al espacio, sino que también sirve como pizarra para compartir ideas, fomentando la creatividad y la colaboración.
Finalmente, una sala de estar con vistas al océano se convierte en un lugar ideal para reuniones rápidas o sesiones de lluvia de ideas, demostrando cómo un buen diseño puede equilibrar funcionalidad y estética, creando espacios que inspiran tanto a nivel personal como profesional.
Este proyecto es un ejemplo claro de cómo el diseño de interiores puede influir en la productividad y el bienestar de los empleados, utilizando la sinergia entre la planificación interior efectiva y la arquitectura inteligente.